Esta capilla está construida en un estilo bastante rústico, asociado a elementos rurales de la época. Realizada en basalto gris canteado para sus muros, por la razón que se le denomina “iglesia de piedra”, y roble para su techumbre cubierta de tejas de arcilla, su fachada de influencia renacentista muestra la sencillez de su construcción al ser plana con un tejado a dos aguas que condiciona la forma. Su forma es identificable con las capillas de campaña tradicionales en Chile desde el siglo XVI hasta comienzos del siglo XX.
El ingreso al templo se realiza a través de una única puerta la cual remata en un arco de medio punto rebajado que muestra sus dovelas estructurales. A ambos lados de la entrada, complementan el conjunto dos ventanas de pequeñas dimensiones, trabajadas con un sistema de dintel. En su eje de simetría en la parte superior de la entrada por un nicho rematado en arco de medio punto que contiene una escena de Nuestra Señora del Trabajo.
Esta estructura principal se complementa con una torre mirador de forma paralelepípeda, también realizada en piedra, y rematada en un techo de teja, finalizando en la imagen de la cruz.
En su interior, muy sobrio, se puede apreciar solo una nave con los muros mostrando el material constructivo, con nichos empotrados en la misma piedra que contienen figuras devocionales. Su techo es adintelado, donde también se aprecian las vigas de roble que se encuentran a la vista. Al fondo posee un ábside poco profundo que contiene el altar y, atrás de éste, un nicho para contener alguna imagen devocional que actualmente no se encuentra expuesta, junto con un vano en cada esquina por los cuales ingresa luz para iluminar en alguna medida el altar con luz natural.