La iglesia fue completamente remodelada después del terremoto del año 2010 a través de donaciones privadas. Se trabajó en la consolidación estructural, esto es, utilizando los mismos materiales en la cual se construyó de manera original, que es el adobe, y lograr un edificio seguro a través de la incorporación de manera interna de elementos modernos, como son las mallas plásticas que recubren todo el material del edificio para sostenerlo y pilares metálicos logrando una estructura resistente a movimientos.
Es un volumen simple, rectangular, que en uno de sus lados posee un corredor porticado con pilares, elementos de influencia y tradición colonial, y al otro un anexo como habitación cerrada. Todo esto es coronado con una torre campanil de madera con chapitel piramidal, realizado con expresión austera y poco ornamento.
El interior del templo mantiene la austeridad y sobriedad del exterior. De una sola nave rectangular, el techo adintelado así como la puerta de entrada y los pórticos con ventanas, que iluminan todo el interior, y que poseen sus dinteles marcados por distinto color a modo decorativo, así como sus muros laterales ornamentados con pilares adosados en el mismo tono para mantener la línea estética.