La iglesia de San Lázaro que se encuentra actualmente en la Avenida Ejército con Gorbea es el segundo templo construido, ya que el anterior se encontraba en plena Avenida Bernardo O’Higgins, sin embargo su concepción es similar a la original. El estilo arquitectónico de la obra es bastante ecléctico, ya que toma ideas tanto clásicas, románicas y góticas. En la parte exterior se puede apreciar que la construcción está dividida en tres entradas con la principal en el centro, acompañadas con rosetones ornamentales y arcos de medio punto, que da cuenta de las tres naves interiores, y que remata en la gran torre central con la figura de San Lázaro.
El interior de la iglesia da cuenta de lo que se aprecia en la parte exterior. Posee una planta de tres naves, la central de mayor altura rematada por una gran bóveda de cañón. Sin embargo, interiormente también existe un cierto eclecticismo en su conformación, ya que mezcla una planta basilical con su gran cúpula principal de media esfera no ubicada en el altar mayor sino que en el centro del templo, donde cruza un transepto con bóveda de cañón que solo llega a las naves laterales. En la entrada existe un pequeño atrio soportado por columnas que sostienen un piso superior donde se ubica el gran órgano.
La división de la nave central con las laterales se realiza a través de grandes columnas que sostienen arcos de medio punto, toda la estructura de bloques de cemento a la vista. Los muros están realizados en ladrillo recubierto de cemento. Las naves laterales están formadas por un conjunto de cúpulas que se ubican entre cada arco de medio punto divisorio que es sostenido por columnas, y que da pie para la incorporación de altares devocionales. El altar mayor se encuentra en el ábside de la nave central que remata en un triforio y una galería de arcos de medio punto que contienen vidrieras decorativas. Se unen a través de arcos ojivales y sus nervaduras se juntan en el punto central formando una cúpula.