La construcción de este templo se inspira en cánones estilísticos principalmente clásicos con influencias renacentistas. Construida íntegramente en albañilería de ladrillos, consta de una gran fachada con tres pórticos de entrada al estilo grecolatino, bellamente decorado con elementos clásicos como remates en arcos de medio punto y columnas dóricas, los cuales son acompañados en la entrada central por un frontón triangular sostenido por grandes columnas. Corona la entrada una gran torre central de forma paralelepípeda que continúa con el orden clásico en la decoración con diversos elementos como, columnas con capiteles dóricos y corintios y cornisas que rematan en frontones circulares como remate. Esta torre contiene el campanario, el cual es coronado por una pequeña linterna a modo de finalización de la estructura.
El interior, a diferencia de lo que se podría suponer por la configuración del pórtico con tres entradas, se encuentra estructurado por una sola gran nave de planta rectangular adintelada que la corona un cielo plano decorado. Esta nave remata en la zona sur por un gran ábside donde se localiza el altar y una estructura que contiene la figura principal de devoción. Sus muros se dividen en tres plantas con profusa decoración arquitectónica. El tercer nivel se encuentra desarrollado a modo de claristorio, donde se pueden observar vidrieras decoradas con motivos geométricos, generando el ingreso de luz exterior a la nave.