La Capilla de la Hacienda de Chacabuco, según narra la historia, data del siglo XVIII. No hay datos sobre quién fue el arquitecto que la construyó y algunas fuentes señalan que los elementos barrocos de su fachada habrían sido incorporados en la época en que la hacienda perteneció al empresario salitrero Francisco Petrinovic.

La capilla se levanta sobre una planta rectangular de una sola nave, iluminada por ventanas de arco de medio punto que se van situando de manera modular entre pilastras a lo largo de la nave.

El techo es a dos aguas con teja de greda en el exterior y en el interior está al descubierto por lo que se pueden apreciar los tijerales, que toman gran relevancia en el diseño interior. El coro está completamente construido en madera y es iluminado por un ojo de buey con forma de trébol de cuatro hojas.

Al exterior se puede apreciar que la estructura ha sido reforzada con contrafuertes y al costado derecho se levanta la torre que remata en un chapitel bulboso de planta octogonal.